domingo, 20 de febrero de 2011

La Gran Noticia

Mi hermanita querida A.K.A. La Crayola Roja, está embarazada.
Esa es la gran noticia que he estado anticipando en mis últimas dos entregas.

Esa es la buena nueva que ha renovado nuestra esperanza y nuestros bríos en los últimos meses. Creo que cuando digo esto, hablo por más personas que La Generala y su servilleta.
Tú, caro lector, sabes mejor que nadie lo que hemos pasado mi esposita y yo en este tiempo para tratar de tener hijos y que hasta ahora se nos ha negado. Así que seguro estarás pensando ¿Y como les hizo sentir esto a ustedes? Es una pregunta difícil, pero la respuesta no lo es. No negaré que al principio fue un recordatorio de lo que otros si pueden lograr y nosotros no; pasado ese brevísimo, egoísta, pero también muy humano trance, nos pusimos muy felices, primero por la Crayola y el Pelón y luego por nosotros porque seremos tíos.

Nada más para que se den un quemón, mi querida carnala, es una mujer que desde chiquititita, ha manifestado un exacerbado sentimiento materno hacia cualquier otro ser vivo. Especialmente con los niños. Así como un escultor trabaja con el mármol y un pintor trabaja con el lienzo. Así como un ingeniero trabaja con las medidas o las probabilidades y un médico con la gente. En la noble profesión de la Crayola, su materia prima son los niños. Ella ha probado desde siempre ser superior a cualquier persona que yo conozca en ese sinuoso terreno que representan esos locos bajitos.
Mi hermana ha tenido ese don desde que la conozco. Primero la manifestó en sus muñecas y luego en todos los demás. Por ejemplo conmigo, a pesar de ser cuatro años más chica, siempre ha ejercido una fútil maternidad de la que a veces me dejo, a veces me quejo y a veces no se que decir.
Al menos en ese sentido, creo que hemos encontrado un estable equilibrio en el que le permito que se sienta mi mamá, pero luego me le suelto corriendo.
Todo este rollo solo para que entiendas querido lector, que la mayoría de nosotros, hoy no estamos preparados para ser padres. Los que ya lo son, siguen aprendiendo el noble arte cada día. Algunos de nosotros, no tendríamos ni idea de por donde empezar.
Mi hermana no. Ella “ya nació enseñada” como diría el compadre de mis papás, y está lista para ese papel que desempeñará como nadie, no me cabe la menor duda.
Además tiene la bendición de estar casada con un hombre, que es la apoteosis de un Caballero y que tiene el mismo talento que su esposa. Nació para ser padre.
No solo eso. Nos han bendecido a los Mcrows (a la Generala y a mi para los que no entiendan), con que seamos los padrinos del bebe.
El día que nos dieron la noticia de que seríamos los padrinos, fue el primero de este joven año. Creo que ellos no han entendido lo que significó para mí, esa breve, pero supercalifragilisticaespialidosa noticia. Fue suficiente para que este año lo arrancara con mucha energía que hasta ahora, no se me ha acabado.

Hoy perdí mi apuesta y me confirmaron que la que viene… es una niña. ¡Una hermosa niña que llega a nuestras vidas por cortesía de la Crayola y el Pelón! ¿No es una gran noticia?

Eso no es todo. Hay otra cosa más que contar.
Nosotros ya mandamos a nuestra anterior doctora a hornear los muffins. Después de dos años de estar pegando por el mismo lado, cambiamos de Doctor.
El nuevo me tiene encantado. Yo creo que si la Generala no se pone buza, pronto le pediré matrimonio a este galeno. Ya encontró un problemita y ya estamos trabajando para solucionarlo. Hoy nos dieron la noticia de que nuestro problema va mejor. Quiero mantener la calma y no hacerme falsas expectativas, pero no puedo. Me siento renovado y esperanzado. Esto junto con la noticia de que el bebe de la Crayola y el Pelón es una niña, me hace sentir que pronto todo va a estar muy bien.

Querida sobrina que vienes en camino: Tu que vives aún en ese tibio y seguro líquido del que todos salimos y que pronto llegarás a nuestras vidas. Tu que tienes un canal más fuerte con las fuerzas celestiales. Trae contigo cuando llegues, como torta bajo el brazo, la buena nueva para tus padrinos. Para que no tengas que aguantar mucho tiempo con nosotros los betabeles y tengas un primo o prima para jugar.
Aprovecha estos cinco meses que vas a estar ahí metidita en tu Crayolesca madre, para traernos a nosotros a tu esperado primito. Yo en recompensa, te daré jugosos domingos toda tu vida y te recibiré en esta calida mansión, cuando tus papás te tengan hasta la coronilla.
Quiera Dios.

viernes, 11 de febrero de 2011

¡A la Dieta mis Marranos!

¡Ya! ¡Ya!... paren por favor. Deténganse y déjenme de escribir y de pedir que vuelva a este blog. ¡No puedo con tanta presión!
Han sido demasiados los mensajes e insufrible la agonía, yo lo entiendo más que nadie, pero por favor, tranquilícense. Me mandaron una petición con tatacientas firmas pidiéndome que vuelva al teclado. Hay gente que ha hecho penitencia y se va de rodillas por varios kilómetros a ver si con eso, el de la pluma, normaliza su actividad en este enlamado blog.
A mi toda esta parafernalia mediática e histeria colectiva, la verdad es que ya me dio miedo. Se me espantó la leche, se me engarruñaron los dedos, las manos se me partieron y hasta un fuego me salió.
La verdad es que nada de eso ha pasado. Nadie ha mandado petición ni nada. Salvo dos o tres mensajes preguntándole a la Generala si no he muerto, no hay nada más. Pero van a ver… este año no les voy a dar bendición Urbi et Orbi.

Yo creo que todo esto es por el cambio tan radical de estilo de vida que estamos teniendo mi aguerrida esposa y su servilleta. Estamos que no creemos en nadie.
En mi pasada entrega, les platiqué que habíamos dejado de fumar y eso ya de por si es caótico. La verdad es que al principio fue muy difícil y si no hubiera sido por uno de esos cigarros electrónicos, seguro habrían leído en la nota roja el terrible asesinato de la Generala por parte de su fiel eunuco. Pensándolo bien, tal vez podrían haber leído primero el mío a manos de la terrible fiera.
Pero eso no es todo queridos amigos; como diría Raúl Velasco: ¡Aún hay más! (Díos nos lo dio, Díos nos lo quitó. Bendito sea su santo nombre). Además de haber dejado el terrible pero delicioso vicio del cigarro; nos hemos puesto a dieta. Así es; a dieta para bajar de peso. Misma que nos tiene comiendo frutas como changos de Chapultepec todo el móndrigo día. El rato que dejamos de comer frutas, comemos hierbas. Ocasionalmente cuando nos dejan comer un insípido Hot-Dog, hasta fiesta hacemos. ¡No hay derecho!

No conformes con esto, nos pusimos a hacer ejercicio. Yo ya llevo mes y medio haciéndolo al menos cinco veces por semana y la Generala me motiva, acompañándome una vez por mes. Se hace lo que se puede.
Ella se da la manga ancha con el ejercicio y yo me la doy con el cigarro. Entonces a veces me fumo un puro. Porque en algún rincón de mi intrincada e inescrutable mente, existe una creencia de que fumar puro ocasionalmente, no cuenta como fumar y como diría José Alfredo Jiménez: Ahí nos vamos.

Entonces ahora me levanto temprano, hago ejercicio, me voy a trabajar, me como un sándwich saludable y una carretilla de papaya. Después al medio día, me como alguna inmundicia que mi Faraona con su pericia culinaria, hace más o menos comestible. Después devoro una manzana, regreso a trabajar y me echo otra manzana más tarde. Regreso a casa en la noche con ganas de comerme al Joey, solo para descubrir que me toca cenar una taza de ejotes con sal. Además no puedo fumar (más que puro y de repente) y el café que es mi otro vicio, me han hecho quitarle el azúcar, para sustituirlo por la inenarrable Splenda, que más bien sabe como a Esperma. Yo me imagino aunque nunca lo he probado.
Eso me ha obligado a tomar mi café sin nada y eso ha vuelto mi mundo gris y triste, porque para mi el café lo es todo y además es con azucar. Ni modo.
Después de este periplo diario, a las diez de la noche soy un rastrojo ambulante que se quiere dormir, porque estoy cansado del ejercicio y además la vida no tiene sentido sin todo lo que engorda, mata o embaraza.
La recompensa llegó ayer cuando pesé seis kilos menos y vamos por más. Aunque sería más propio decir que vamos por menos. Me voy a poner tan flaco que lo primero que haré, será burlarme de todos los gordos. No es cierto, no voy a hacer eso.

Entre todo esto ¿a que hora podría yo escribir? Vaticino que me verán poco por aquí en los próximos meses. Quien sabe. A lo mejor encuentro otra fuente de mis poderes y hago que pueda volver a escribir por lo menos una vez a la semana. Ya veremos dijo un ciego.

Por lo pronto tengo pendiente contarles la gran noticia y debo hacerlo cuanto antes, para que no me vaya a ganar. ¿Qué me va a ganar? ¡Pues la noticia hombre!
Estamos muy contentos y emocionados con eso, pero no he encontrado el tiempo y eso si que lo merece.

Por lo pronto aquí les dejo esta colaboración a la literatura universal y si me piensan premiar con algo, por favor no lo hagan con frutas. Una hamburguesa se agradecerá. Una paella del Vacuno también. “Ai” lo que sea su voluntÁ para este pobre par de hambrientos ex fumadores.

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