jueves, 31 de diciembre de 2009

Carta al 2010

Estimado 2010:

Quiero que sepas que he tomado la decisión personal de empezarte sin miedo. Sí me lo permites he decidido bautizarte como el “Año sin miedo”.
Tu colega anterior que a Díos gracias ya se fue; nos ha dejado algo vapuleados la verdad. Primero desde que empezó, llegó pateando la puerta del primero de enero sin el menor reparo y educación, casi casi gritando como Pedro Infante en la cantina:
¡A ver hijos de su… ya llegó el papá de los pollitos! Y al que no le guste váyase saliendo.

Por supuesto a algunos no les gustó para nada su actitud y ahí te van Michael Jackson, Patrick Swayze y la hermosa Farrah. Mejor agarraron sus chivas y salieron por la puerta de atrás. Hasta Brittany Murphy ya casi yéndose el haragán dijo: ¿Saben que? Sí tienen tele “ai” se ven.
Y eso son solo los famosos que todo mundo se da cuenta.

A personas cercanas a mí y muy queridas, también les hizo la vida de cuadritos. O mejor dicho, la salud. Así que a ellos por favor déjamelos tranquilitos, que en tu administración mejor se van a estar recuperando.

Con tu “colega” vivimos una de las peores crisis que hemos vivido en los últimos años y ¡míralo!... ya se va tan campante como sí el no hubiera hecho nada. Se la pasó echándole la culpa al anterior y “quesque” el no había hecho nada. Parece presidente.

Tanta gente que perdió sus empleos, gente muy cercana a mí y que la verdad hoy la están pasando algo mal. Así que por favor ahí te encargo que en tus doce meses (de preferencia en los primeros dos), te acuerdes de ellos y ya por favor dales algo. Porque sí no vas a salir por la puerta de atrás como el anterior.

Pero eso no fue todo mi querido 2010, por sí eso fuera poco tu “coleguita” nos dejó caer una contingencia sanitaria con el temible AH1N1 por ahí casi a la mitad, que vino a empeorarlo todo. Todos los trabajos se detuvieron, la industria turística sufrió mucho y a algunos paisanos nos los tuvieron recluidos por ejemplo en China. Donde nada más se dieron cuenta los chinitos de que eran mexicanos y casi los empalan en la muralla.
Algunos países amigos como Argentina, casi rompen relaciones con nosotros y no dejaban que fuéramos para allá.

A los argentinos no les guardo rencor. Se los guardo a sus estúpidos gobernantes que lo son tanto como los de México.
Y ya que hablamos de políticos… parece que con los únicos que se llevó bien tu antecesor, fue precisamente con ellos. ¡Que descaro! Mira que llevarse bien con toda esa runfla de vagos buenos para nada.
Pareciera que se pusieron de acuerdo para hacernos cada día la vida más miserable.

Nos pusieron impuestos nuevos, que como siempre tendremos que pagar los que siempre lo hacemos y toda la bola de rémoras que nunca pagan, seguirán como el amigo gandalla que nada más está viendo quien lo hace por el. ¡No hay derecho!

Para acabarla de fregar, el tema de la violencia en México se puso como nunca. Sí bien es cierto que una de las cosas que ha hecho bien este gobierno ha sido la guerra frontal contra todos esos que amenazan nuestra paz; la verdad es que estamos muy lejos de alcanzarla. En eso si, Felipito se merece mi aplauso.
Yo solo pido en este tópico que no tenga que morir más gente para alcanzar ese resultado. Espero que con tu homólogo se haya alcanzado el punto más alto y que en tu administración ya todo venga cuesta abajo.

En 1810 fue la Independencia de México; en 1910 estalló la Revolución Mexicana. ¡Ay querido 2010!... no nos vayas a deparar en tu repertorio algún estallido social de esos de proporciones apocalípticas. La verdad es que a este país no le va muy bien con los años que terminan en diez.

Pero no todo ha sido malo. Debo reconocer que el 2009 tuvo sus cosas buenas. ¡Muy buenas!, de las que no hablaré contigo aquí, porque quiero que te vayas con un sentido de urgencia y a partir de mañana empieces a arreglar todo este batiburrillo.

En resumen, deseo que en tu administración la gente que perdió su trabajo lo recupere, que todos se alivien y nadie más se enferme. Que a mi ya no me duela nada, ni tenga que estar yendo al doctor a cada rato (luego te cuento todo lo que me pasó en el 2009), que mi familia y amigos estén bien y todos sigan así.

Deseo que a la Generala y a mi nos hagas papás. Deseo que me alcance para pagar los impuestos nuevos. Deseo seguir teniendo mucho trabajo. Deseo que los que se pelearon se reconcilien y les des la sabiduría para entender. Deseo que el Joey tenga una novia y se entregue a los placeres de la carne, para que por fin deje de hacerse autofelaciones. Deseo que este virginal blog que fue una de las cosas buenas del anterior, siga y siga y siga. Deseo que lo que escribo le sirva a alguien de cualquier manera. Deseo también que no me abandonen las ganas de escribir.

Deseo que a todo el mundo le vaya bien y que tu querido 2010 que eres apenas un repollito, nos ayudes a conseguirlo.

martes, 29 de diciembre de 2009

Resaca Navideña

Recordarás querido lector que como te comenté en otro post, ahora mismo me encuentro disfrutando de unas no se sí merecidas… pero si bienvenidas vacaciones.
Tal vez recuerdes que tenía yo muchas cosas por hacer para este periodo de asueto navideño; pero siento la responsabilidad de contarte que hasta ahora de todas ellas no he hecho absolutamente nada.

Lo único más o menos de utilidad que he hecho, ha sido colaborar torpemente con la generala, para hacer la pierna de puerco que cenamos en Navidad.
Me empeciné en comprar una maldita pierna de seis kilos para una cena de seis personas. Como si cada quien se fuera a comer un kilo de pierna.

La verdad es que nos quedó muy buena y la disfrutamos mucho, pero hasta ahora solo hemos comido pierna de todas las maneras habidas y por haber. Mea culpa.

De ahí en fuera solo me la he pasado en la computadora, jugando, disfrutando mi nueva tele y con mucho frío. Sí acaso lo más interesante después de la cena de navidad, fue que el otro día vinieron mi hermana, el pelón y mi amigo el Gordo Reformado a estrenar el nuevo cuarto de la tele que la Generala y yo (a Díos gracias) ya terminamos. Los conejos no vinieron porque están enconejados.

Llegó la familia de mi comadre por la navidad y cuando eso sucede al Güero se le paraliza el mundo, se le enclochan las velocidades, pone cara de baboso y la quita hasta que el contingente moclovense abandona territorio enemigo.
Hasta la fecha no se sabe del paradero de la Familia Conejo y sí los ve, por favor repórtelos con su estación de policía local.

La otra cosa que pasó y que me tiene francamente molesto es otra vez mi rodilla.
Sí leíste mi post de If you go to San Francisco, donde inició aquella intensa crónica de nuestro periplo a la ciudad californiana, documento histórico de valor imperecedero que hoy ocupa su lugar al lado de obras como La Guerra y la Paz de Tolstoi, El Diario de Ana Frank (que el pelón no pudo pasar de la página tres), La Segunda Guerra Mundial de Winston Churchill y el Popol Vuh, sabrás que no es la primera vez que me da lata esta rodilla izquierda maldita que estoy a punto de sustituirla con las sobras de la pierna de puerco de navidad.
Imagino que sí McDreamy y McSteamy hacen grandes cosas para la medicina en Grey’s Anatomy, yo que soy McRow no veo porque no pueda hacerme un transplante de pierna.

Maldita rodilla que le encanta ponerse mala en vacaciones ¿por qué Díos mío por qué? ¿Por qué no se pone mala en días de trabajo para que me incapaciten y me manden a mi casa? ¿Por qué solo en vacaciones? ¡Ay de mí!

La primera vez que me puse mal de la rodilla en San Francisco, la verdad es que me curé por obra y gracia del espíritu santo. Pero esta vez mi esposita insistió tremendamente en que debería atenderme con medicina especializada y de alta calidad. Entonces decidió por sus puros tompiates (testículos en Nahuatl) que me llevaría con un terapista físico quiropráctico (Vulgaris Sobador Brujo que no pasó ni la primaria), “quesque” muy bueno porque a mi cuñada la salvó de una cirugía, a mi suegro le curó el codo y a mucha gente más de cuyo nombre no puedo acordarme. Esta eminencia casi se puede asegurar que sí se traga un cubo Rubik lo defeca armado.

Yo la verdad tengo mis reservas de ese tipo de cosas, pero marido obediente como soy, allá fuimos con el señor este.

Resulta que el “Doctor” es un ex luchador que ha hecho una carrera sobando gente. A mi la verdad se la pasó regañándome desde que entré, hasta que salí.
Que las rodillas son como los carros, necesitan mantenimiento, pero que a mi no me importa, que debo cuidarlas a ellas y a todo mi cuerpo. Que tengo el menisco fruncido, el tendón cruzado trabajando de más y otras cosas que no entendí y no escuché porque ya me quería ir.

La Generala lo miraba absorta como sí se tratara del Dalai Lama enseñando a sus pupilos.
Me mandó algunas curaciones de las que no hablaré porque involucran elevados conocimientos de herbolaria, esoterismo, misticismo y confucionismo. Ha de ser por la confusión diría la Miss Idiota 2009.

Hasta ahora el parte de guerra en mi rodilla es que “aiva”, un poquito mejor pero todavía no bien.

La verdad es que no me ha ido muy bien en el 2009 en materia de salud. Primero con la cirugía que tuve en abril, luego la multinombrada Estibaliz y ahora la rodilla.
Este próximo 2010 que empieza, se antoja difícil por todos lados. Impuestos nuevos en México, alza en los precios de casi todo y los salarios que suben una nada; pero todo eso lo afrontaremos sin problema mientras la salud mejore en este año que va a empezar y no nos falte el trabajo.

Propongo que ahora nada más asomando la nariz el 2010, entre todos le pongamos una madriza de aquellas; nada más para que se vaya ablandando y vea que no la va a tener fácil con nosotros. No se nos vaya a alocar como el 2009.

Te dejo querido lector porque he de regresar a mis múltiples ocupaciones. Debo buscar otras maneras de comer pierna de puerco recalentada. ¡Al infinito y más allá!

jueves, 24 de diciembre de 2009

Bendición Urbi et Orbi

Este post además de su noble aportación a la literatura universal; contiene encriptada en su más profunda esencia, mi bendición Urbi et Orbi para todos los que voluntaria o involuntariamente me favorecen con su lectura.

Dicha bendición, no es tan televisada como la del Papa, ni tampoco les garantizará una entrada triunfal al reino de los cielos. Sí acaso San Pedro les dirá: No puedes ser tan malo sí acostumbrabas leer “La Hora de Mcrow”. Entonces sí no fueron tan malos en esta vida a lo mejor el hecho de que me favorezcan cada semana con su visita los hace que puedan entrar al paraíso ya de perdida por diferencia de goles.

Esta navidad la pasaremos aquí en mi Mansión, con mis papás, mi hermana, el pelón, el Joey y la insuplantable presencia de mi querida Generala.
Ya la señora de la casa se prepara para meter la pierna al horno (la pierna de alguien más. Espero que de preferencia la de un puerquito) y mi mamá seguro ahora mismo hace esos ravioles que tan bien le quedan. Mi hermanita entre todas esas habilidades que se le otorgaron, seguro enfundada en su disfraz de crayola roja con el que combate el crimen, se prepara con algún postre con nos hará rodar. Yo solo ayudo en lo que pidan para no estorbar.

Sin importar la religión que cada quien profese (o que no profese) la navidad ha sido, es y espero que siga siendo, un pretexto para reunirnos con nuestros seres queridos, comer rico, pasarla bien y regocijarnos con la presencia de ellos.
Es también una época, porque no decirlo, de nostalgia y de dedicarles un momento en nuestros pensamientos a los que se nos han adelantado en el camino y que seguramente en algún lugar del cosmos, celebran las navidades y piensan también en nosotros. Espero que lo hagan en un mundo que no tiene hambre ni guerras, que no tiene políticos ni reformas fiscales, en un mundo donde no se paga impuestos y donde a todos los niños siempre les traiga algo Papá Noel.

No puedo por ejemplo dejar de recordar en estas fechas a mis abuelos, los cuales durante muchos años fueron epicentro de mis navidades, mismas que hoy pasaron de un rojo vivo y un verde fosforescente, a un rojo un poquito más pálido y a un verde botella por su ausencia. Para ellos en ese lugar donde se celebran mejores navidades van mis pensamientos.
Con ellos seguro están esos primos y tíos que ya se fueron, esos otros abuelos, también Miguel Ángel, Gandhi y Cantinflas. Seguro a la mesa se sienta también a devorar su torta de pavo, Marilyn Monroe sin preocuparse por esos kilitos de más y ahí en esa mesa a un ladito, también se sientan los que fueron mis queridas mascotas.

Sin embargo la navidad tiene que seguir siendo importante para los que nos quedamos, los que aquí seguimos en este mundo lleno de problemas. Nosotros debemos darnos un espacio y celebrar estas fechas; celebrar lo que tenemos ¿y por qué no? también lo que no tenemos.

Como dice la canción: Por eso y muchas cosas más… querido lector, te deseo que en esta Nochebuena y Navidad, celebres mucho con los tuyos. Celebra con tus padres, tus hijos, con tus hermanos y hermanas, con tus amigos, con tu pareja, con tus abuelos sí todavía tienes la fortuna de tenerlos, con ese tío que te cae gordo y que solo ves en esta fecha, celebra con tu perro o con tu gato.
Y sí no tienes a nadie, entonces celebra que te tienes a ti, recuerda que hay mucha gente que no se tiene ni a si mismo.

Celebremos el amor, celebremos la salud, celebremos que estamos aquí y no en otro lado. Fuera los rencores acumulados durante todo el año. Sin importar tus creencias, la navidad también es una época para perdonar y ser perdonados.

Sobretodo te agradezco que me hayas regalado hasta ahora tus visitas a este virginal blog, en el cual sabes que puedes sentirte como en casa, quitarte los zapatos, sentarte en tu sillón favorito y recargarte a leer todas las cosas que te quiero contar.

Desde aquí Caro Lector te abrazo con gusto y te deseo lo mejor en estas fiestas y muchas… muchas navidades más.

Mcrow

martes, 22 de diciembre de 2009

Crónica de una Compra

Todo lo que me pasa me pasa por imbécil.

¡Pero que frase tan fuerte para iniciar un post! ¿Pues ahora que paso?
Ya te cuento querido lector.

Todo comenzó el sábado pasado cuando mi esposita y su servilleta fuimos a esa tienda famosa por sus grandes precios, cobrarte por entrar y revisarte a la salida como si uno fuera un criminal.
Ahí yo por pura curiosidad, como casi siempre lo hago, me encontraba viendo las pantallas LCD imaginando como se vería una de ellas en mi cuarto de la televisión.

Antes de continuar, tengo que aclarar algo de vital importancia para que los lectores de esta movida crónica logren empatizar conmigo y con esta loable cruzada.

En esta mansión para quien escribe, los cariños se reparten de la siguiente manera:
En primer lugar la Generala, en segundo la televisión y en tercero Joey. ¡Así es… yo quiero mucho al famoso can con todo e incontinencia urinaria y afanes de lamerse de manera poco educada ante cualquier concurrencia, pero la tele es la tele!

Ahí me encontraba entonces viendo las pantallas, soñando con una nueva para mi cuarto de la tele que viniese a reemplazar a esa que ha sido mi gran amor por los últimos ocho años.
Ese día apreté algún botón que no había yo detectado en el sistema operativo de mi Primera Dama y de pronto a ella le entro el chincual (que es algo así como un sarampión) de querer hacerme segunda en comprar la mentada pantalla.

Así salimos del Costco sin pantalla LCD y al día siguiente estando en mi casita, se me ocurrió decir: Me voy a meter a Internet para hacer investigación sobre el tema de los LCD.
De pronto mi esposita fue poseída por los malévolos demonios del consumismo imperialista, su cabeza empezó a girar sobre su eje en repetidas ocasiones como sí se tratara de Linda Blair en el Exorcista y de lo único que me salve es de que me vomitara encima.
Ante tal ventana de oportunidad para hacerme por fin de un LCD, rápidamente grité: ¡Al Mcrowmovil! y así empezamos nuestra visita de las siete casas para encontrar la pantalla que más se adecuara a las necesidades de este bunker.

Recorrimos seis tiendas donde aprendimos muchas cosas de plasmas y LCD, para acabar por último otra vez en el Costco. Ahí cuando estaba a punto de comprar la que ya tenía en mente, la señora Blair me convenció de comprar una más cara que la primera.
Ahí todavía no hacía yo conciencia del maquiavélico plan de mi amada.

Salimos muy contentos de la tienda con nuestra nueva pantalla LCD en su cajota y después de conducir más lento que una carroza fúnebre, llegamos a esta casa donde la subimos con algo de trabajo al segundo piso, ante el estorbo del Joey quien no se acomidió ni a mover una pata.

Ahí fue cuando empezó a desenmarañarse el malévolo plan de mi consorte; una vez estando arriba, me hizo saber que necesitaríamos un mueble nuevo para poner la flamante pantalla. Solicitud que se me hizo bastante civilizada debido a que no teníamos donde ponerla.
También vamos a necesitar mudar el cuarto de la tele al otro cuarto. ¿Para que?, ¿Cómo que para que?, ¿Qué no ves que no vamos a caber en este? Bueno pues supongo que el otro cuarto está mejor pero… ¿Vamos a mudar la biblioteca al cuarto de la tele actual? ¿Cuál biblioteca? ¿Cómo cual?... ¡pues la que tengo en la otra habitación! ¡Sí solo tienes un librero ahí y ya por eso es la biblioteca! Sí este es el cuarto de la tele porque está la tele aquí, pues el otro es la biblioteca porque es donde están los libros; es bastante lógico. Lo que no es lógico es seguir teniendo el cuarto de la tele aquí, porque está más chiquito, mejor nos mudamos al otro que tiene más espacio y mudamos tus libros a este. Está bien –Respondí con la obediencia que me caracteriza- Mañana compro un mueble para el nuevo cuarto de la tele y mudamos todo lo de este armario al del otro cuarto y viceversa. ¿Y eso para que? –Pregunté- A lo que mi esposa respondió muchas cosas de escasa importancia que no entendí, ya que seguro las dijo en alguna lengua muerta. Baste decir que tuve que acceder a todo.
¿Bueno y entonces mañana ponemos la pantalla?-pregunté ilusionado- No, porque voy a pintar la pared de atrás de la pantalla y no la vaya a manchar. ¿Y eso para que? -Volví a preguntar- y volvió a responder cosas que la verdad no entendí porque tal vez ahora las dijo en Klingon.

Ahora que ya tenemos una pantalla LCD pues necesitamos un Blu-Ray ¿no? ¡Pues sí! -Respondí gustoso- Bien, pues como yo te iba a regalar un X-Box de navidad, ahora te lo cambio por un Blu-Ray y listo. ¿Y mi X-Box? No me alcanza para regalarte los dos. ¡Yo te presto! No sería regalo. ¡Que orgullosa! ¡Pues escoge uno de los dos! ¡Díos mío… me siento como en La Decisión de Sofía! pues el Blu-Ray y ya. Bueno mañana lo compro también. ¿Y mientras la tele? Se queda en su caja. ¿Cómo que en su caja… no la vamos ni a sacar? Todavía no. Pero mi amor… mírala ahí. Pobrecita encerrada en su cajota, prisionera entre hielo seco y cartón, tenemos que liberarla y conectarla para que pueda cumplir su propósito en la vida, aunque sea ahí en el piso como una cualquiera. No… hasta mañana la ponemos.

Si… tengo un LCD nuevo, ya viene mi Blu-Ray y el mueble para ponerlo todo. Mientras tanto parezco cargador de mudanzas moviendo cosas de un lado al otro, cambiando cosas de closet a closet y oliendo a chivo correteado. ¿Y mi tele? Bien gracias. Presa en su cajota, como Tutankamón esperando a que alguien la libere.

Remata la generala diciendo que va a tardar dos días más en conectarla porque dicen los técnicos del cable que solo pueden venir dentro de dos días.

Díos mío… ¿Por qué me haz abandonado?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Bomba de Humo

En mi post pasado querido lector, se que te dejé al borde del asiento preguntándote: ¿De que caraxos es aniversario el once de diciembre?

Se que a tu mente vendrán recuerdos de horribles tragedias que han sucedido en un día once. Pero te aseguro que este no es el caso.

Hace ya varios años, en la primera mitad de la década de los noventas, cuando era otro el México en el que vivíamos, pero sobretodo otro Monterrey; libre de la inseguridad que hoy nos aqueja de manera terrible y cuando uno no tenía miedo de que cualquier masiosare cargara entre sus pertenencias una pistola; era yo parte de un grupo llamado “Los Hombres H”, los mejores amigos que he tenido y que tendré en toda mi vida.

Resulta que ahí estábamos un frío once de diciembre sin nada que hacer y con la energía propia de los adolescentes en celo, y nos encontrábamos tronando cuetes (algo muy común de la época decembrina) muy quitados de la pena. Entre todo ese arsenal pirotécnico en el cual se iban nuestros escasos ahorros de todo el año; contábamos con las famosas bombas de humo.

Para aquellos que no estén familiarizados con la pirotecnia que con muy poco cuidado manejan nuestro pubertos; les platico que una bomba de humo consistía en una pequeña bolita de diferentes colores de la cual sobresalía una mecha.
Una vez encendida “la bomba” y consumida la mecha, esta empezaba a exhalar humo del mismo color que tenía la bolita por fuera, en cantidades muy poco saludables.

Ahí fue cuando alguien que no recuerdo quien, tuvo la genial idea de hacer el mal a nuestros semejantes con la mencionada bomba de humo.
Fue así como trazamos el más malévolo plan que a alguien se le hubiese ocurrido en varias cuadras a la redonda y que en los años por venir, todos recordaríamos sin poder evitar la más mínima sonrisa o carcajada.

Nuestro diabólico plan consistía en hacerle la parada a un autobús urbano y antes de subirnos, aventar la bomba encendida hacia el interior, logrando con esto “ahumar” a todos los pasajeros.
Dentro del milimétrico plan, se estipulaba que mi amigo el Gordo Reformado (que en ese entonces solo era el gordo), con su metro noventa y tantos de estatura y su cara de gigante amigable, haría la parada del bus; el Güero y su servilleta encenderíamos el artefacto y lo aventaríamos al interior saliendo detrás de la voluminosa figura de mi rollizo cuate, que se encargaría de escondernos hasta el momento justo.
Dentro del grupo estaban los más chiquitos que en aquel entonces deben haber tenido alrededor de doce años y ellos pues estarían ahí no’mas para disfrutar de la broma y correr en el momento oportuno.

Así después de revisar minuciosamente nuestro plan emanado directamente de las flamas del infierno, caminamos hasta la esquina estipulada, donde la concentración de casas nos permitiría hacer una rápida fuga sin que el respetable pasaje supiera que lo había “ahumado”.

El Gordo Reformado (que entonces… bueno ya les dije) hizo la parada del transporte tal como estaba estipulado y cuando el camión se paró justo enfrente de el, encendimos la mentada bomba. El chofer se dio cuenta de nuestras negras intenciones e hizo cerrar la puerta en una rápida maniobra. Lástima para el y el resto del pasaje, la bomba ya se encontraba en el aire y alcanzó atravesar la puerta, así como Indiana Jones siempre lo hace de último minuto. En menos de lo que canta un gallo, el camión… que por cierto tenía todas las ventanas cerradas por el frío, se encontraba totalmente lleno de un humo anaranjado y nosotros poniendo pies en polvorosa para huir de la turba asesina que seguro nos perseguirían.

No fue así. El único que se bajó a perseguir a la manada fue el honorable conductor, quien como marcan las normas que rigen al transporte público, estaba decidido a dar la vida por su camión.

Pero que nos duraba el chofer que venía corriendo echando el alma en cada paso atrás de “nosecuantos” chamacos muertos de risa. Uno de los Lalos grito: ¡Ahí viene el viejo todo panzón! Y esta severa afirmación sobre el físico del pobre chofer, pareció más que otra cosa, darle los ánimos (y la velocidad…) suficientes, para seguir persiguiendo a los forajidos.

Sin embargo nunca nos alcanzó y salvo mi amigo el Gordo Reformado que tuvo que ingeniárselas para esconderse en una casita de un perro Chihuahua (la verdad nunca entendí como), el resto nos dimos rápidamente a la fuga, solo para volver el siguiente año y el siguiente, a la misma hora y día, para cometer el mismo atentado.

En la segunda ocasión, cuando nos encontrábamos corriendo por la calle después de aventarla y justo cuando pensábamos que ese año el chofer no nos perseguiría, de pronto vimos las luces del camión dando vuelta en esa calle que para nada estaba en su ruta, para cazarnos y seguramente colgar nuestras cabezas en la parada, como escarmiento a todos aquellos chistositos que quisieran burlarse del transporte urbano.

A uno lo alcanzó detrás de un auto y se bajó; el chofer le daba la vuelta al carro y mi amigo se la daba también. El chofer regresaba y el también. Hasta que después de algunos minutos de estar como Tom y Jerry el chofer desistió, se subió a su camión ahumado y se fue.

Tres veces en tres años diferentes lo hicimos, pero las primeras dos fueron sensacionales y las recordamos con mucho cariño y gracia. Es muy probable que la memoria me haya fallado en algunas cosas, pero en esencia la historia fue así.

De castigo por decirle panzón al chofer, la vida se encargaría de pagarnos con la misma moneda y darnos nuestra “pancita” al resto. La vida también se encargaría de premiar al Gordo por esconderse con el Chihuahueño y quitarle su panza.

De todos los “Hombres H” salvo dos, hasta hoy mantengo contacto con todos, en especial con el Güero y el Gordo Reformado, pero para mi todos ellos son y serán como hermanos. Siempre estará en nuestros corazones y nos alegrará la vida recordar que en tres onces de diciembre hace algunos ayeres, hicimos la mejor de las bromas a los aburridos pasajeros de la Ruta 23 en Monterrey.

Desde aquí a esos amigos de toda la vida, les envío mis recuerdos y mi cariño. Los abrazo con gusto este y todos los onces de diciembre.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Congelamiento Global

Este frío invernal que aqueja a los habitantes de Monterrey en México, es un castigo inhumano y cruel. Solo puede ser comparado con el infernal calor que también azota a los hijos de La Ciudad de Las Montañas en el verano.

¿Qué rayos está pasando con este clima?
Hasta hace dos meses yo estaba completamente seguro de que eso del calentamiento global era cierto y convencidísimo que el epicentro era Monterrey. Pero ahora estoy pensando que todo eso fue una farsa y que se está echando de reversa para convertirse en un congelamiento global. El méndigo frío que nos asola ahora, creo solo puede ser equiparable al de Canadá, Alaska e Islandia.

Me da mucha risa la dinámica de esta ciudad aún inconsciente de que el clima que la domina es una gran broma de Díos.
Empiezan los calores tremendísimos y se llenan las tiendas de gente comprando aires acondicionados porque fue cogida por sorpresa por el infernal calor.
Empiezan los fríos y se llenan las tiendas de gente que tan bien fue cogida por sorpresa por el invernal frío.
Total que en cualquier época del año la gente termina cogida por una cosa o por la otra.

Otro problema pero que solo compete a quien esto escribe, es que derivado de mi nuevo estilo de Vida Saludable, en el cual como gran cantidad de verduras, frutas, pescado y una que otra cosita… me cuesta mucho trabajo alejarme del panecito, chocolatito, galletitas y demás cosas engordantes propias de la época. Sin embargo mi temple de acero me permite soportar ese y otros muchos martirios.

La primera pasada que nos ha jugado el frío en nuestro Sacrosanto hogar, es que la Primera Dama de la casa, salió de bañarse muy quitada de la pena, se agacho a abrir un cajón para sacar algo de su ajuar y nunca más se levantó.
La espalda se le “entrincó” y un agudo dolor la azotó a partir de ese momento.

Pobrecita de mi esposita, entre todas las cosas que tiene que lidiar (como su marido por ejemplo) y ahora con su espalda atoradita como el Profesor Memelovsky.
¡Pero yo también sufro! Y sufro el doble. Primero por ella y después por mi, porque desde que el frío volvió a nuestras vidas mi rodilla ha vuelto a quejarse como lo hiciera aquella ocasión en San Francisco.

Sin embargo este frío invernal también calienta nuestros corazones debido a que, es más fácil empezar a digerir el ineludible hecho de que la navidad ya se encuentra a la vuelta de la esquina. Con esto tengo el honor de anunciarles que en nuestro bunker presidencial la navidad ha llegado oficialmente.

Le caí de sorpresa a mi consorte con nuestro arbolote de navidad que tendrá el honor de adornar nuestro hogar, hasta por ahí de entrado el mes de junio, cuando ya cansados porque solo sea una ramita seca con esferas, lo saquemos para tirarlo a la basura.

Ya la profesora Memelovsky, ha sacado la valiosa colección de artículos navideños que engalanan los rincones de la casa como si un Santa Claus gigante y sumamente ebrio, hubiese vomitado por todo lo largo y ancho de nuestro nidito de amor.

Este año hemos decidido no ir a ningún lado y estarnos en paz en nuestra casita en esas épocas decembrinas. Lo cual llena de gozo y alegría mi corazón, ya que serán unas esperadas vacaciones en el hogar, donde me dedicaré con mucho ímpetu, a buscar el significado de la vida, a través del ocio y la autocontemplación filosófica y mística.

Me esperan para esas dos semanas mi torre de libros pendientes de ser leídos, también un altero de películas que compré y no he visto, así como lo que a la Generala se le ocurra para esas fechas, como por ejemplo arreglar algún closet, limpieza profunda de rincones altos o levantar los pies para que pase el trapeador.
Mientras tanto ella, el Joey y su servilleta, seguiremos acurrucándonos los tres en nuestra camota tratando de encontrar el calor que el clima nos ha negado hasta ahora y que en el verano nos dio de más.

Avisos Parroquiales

- Mañana doce de diciembre día de la Virgen de Guadalupe, arranca formalmente lo que en México llamamos el Maratón Lupe-Reyes. Que inicia en ese día y termina hasta el seis de enero.
A nombre de los hijos del Quinto Sol, les recuerdo a nuestros hermanos del extranjero, que sí tienen algo pendiente con un mexicano no esperen mucho de nosotros hasta el siete de enero, ya que estaremos completamente dedicados al hedonismo que el último mes del año nos regala. Sí quieren dinero por favor no nos pidan y en enero vemos.
Ahora solo podemos pensar en las vacaciones, la comida típica del mes y por supuesto el infaltable chupe.

- Les reporto que Estibaliz, ya no es más que un minúsculo recuerdo de su glorioso pasado. Esperamos mantenerla así por un largo tiempo.

- Hoy es once de diciembre, un día que podría no haber pasado a la historia de nuestros libros, pero que sin embargo sí lo hará en este blog, ya que es un importante aniversario para algunos de mis mejores amigos y yo. Pero como dicen en la tele: El tiempo se nos ha venido encima y tendré que contar eso en otro post.

Cierro está gélida aportación a la literatura universal, reportando desde mi Iglú de donde les mando un calido abrazo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Despertamiento

Hay tres cosas que cualquiera con un escaso conocimiento de mí persona sabe a la perfección:

1.- Soy muy guapo
2.- Soy un cinéfilo incurable
3.- Soy un inepto para despertarme por la mañana

Estos tres axiomas son conocidos por un vasto número de personas a mi alrededor.
¿Por qué?
Pues porque el primero salta a la vista, el segundo es ineludible y el tercero, mi mamá y mi Faraona se han encargado de hacérselo saber a todas las personas con las que platican.

Mi mamá le decía a mí ahora esposa cuando éramos novios: Mira… es muy buen muchacho, no toma, no es parrandero, es muy buen hijo, ayuda en la casa y es muy ordenadito. Pero lo único por lo que no te debes casar con el jamás… es porque no se levanta en la mañana.
Continuaba mi mamá en tono de llorona de esas que contratan para los funerales: Suena y suena el despertador. Yo voy a su cuarto y le digo: ¡ya levántate! Y nunca me hace caso. Lo destapo, le quito la almohada, lo pellizco, le pico las costillas, lo pateo, le prendo la luz, le prendo la tele, le levanto los parpados, le bailo encima, le aplaudo en las orejas, le echo agua, le jalo el pelo, lo muevo, le grito, le pido por la buena, le pido por la mala, le dejo de pedir, le azoto la puerta, le aviento cosas, le hablo a los bomberos, le hablo a los paramédicos, lo vuelvo a pellizcar y solo me dice dormido: Ahorita me levanto.
En este punto de la plática mi mamá ya estaba pegando unos alaridos dignos de “Chachita” en Nosotros los Pobres.

Después de semejante advertencia de la Autora de mis días a la Dueña de mis Quincenas… sí ella tomó la decisión de casarse conmigo, uno solo puede deducir dos cosas:

1.- Se casó perdidamente enamorada
2.- Es una tarada

Y antes de que me manden a dormir al pedacito de jardín que tengo, bajo este frío que subyuga a La Ciudad de las Montañas; debo admitir que mi hipótesis personal es que fue la primera opción.

Sin embargo en los cinco años de feliz unión marital que llevamos, esa habilidad prácticamente nula en mí, de despertar a la hora que suena el reloj, ha sido casi motivo de divorcio en incontables ocasiones.

¿Pero que puedo hacer yo que tan solo soy un hombre de carne y hueso contra mi naturaleza?

¿Es que acaso el león puede dejar de cazar? ¿Es posible pedirle al agua que deje de mojar? ¿Se puede hacer que el sol deje de salir?
Todas estas cuestiones tienen la misma respuesta que la pregunta ¿Es posible que yo me levante cuando suena el reloj?
La respuesta a la última pregunta, así como para todas las anteriores es un contundente y rotundo no.

¿Entonces porque caraxos se enojan de que yo no lo pueda hacer?
Sí no soy yo, es mi Yo superior. ¡Chale!
¿¡Por qué confían en que me levantaré a la hora, sí ni siquiera yo que soy el afectado confío en mí!?

Cuando viajo y me quedo solo en algún hotel, tengo que ponerme trampas a mi mismo para poderme despertar a una determinada hora.

Normalmente hablo a la recepción y contesta alguna avispada empleada del hotel en el que me encuentre.
Sí señor; ¿en que le puedo servir? Gracias. Me gustaría programar el despertador para mañana en la mañana. ¡Con gusto señor! ¿A que hora quiere que le llamemos? Bueno… a decir verdad quiero programar dos. ¿Dos despertadores señor? Así es. Señor no se preocupe… nosotros siempre hacemos una llamada de confirmación para garantizar que usted esté de pie a la hora que tenga que estar. Si pero yo no soy una persona normal. ¡Claro que no señor! hace rato lo vi pasar por el lobby y noté que es usted celestialmente guapo. Bueno… gracias; pero no me refiero a eso. ¿Ah no? No, la verdad es que me cuesta mucho trabajo despertarme y por eso es que quiero programar dos llamadas. Pero señor… ¿está usted conciente de que eso serían cuatro llamadas? ¡Perfecto! Eso es exactamente lo que quiero. De acuerdo –contesta la avispada empleada del hotel- Señorita una cosa más. ¿Otras dos llamadas? No estaría mal, pero no. Más bien le quiero pedir que sí no contesto mande alguien a mi cuarto. ¿Señor? Sí… a alguien con una llave de esas que abren todos los cuartos y me despierte. ¿Es una broma señor? Desafortunadamente no. Muy bien… buenas noches señor. Buenas noches.

Lo que la avispada empleada del hotel desconoce es que además yo ya programé la televisión, mi celular (que tiene una alarma así como de tsunami) y el reloj que normalmente ponen en la mesa de noche.

Con todo y eso, alguna vez en Guadalajara me pasó, que desperté por los sonoros golpes a la puerta del conserje del hotel, así como sus berridos de Magdalena que me hicieron recordar a mi cabecita blanca y su calvario diario para despertarme.

Con todos estos hechos en mi expediente, además del popular conocimiento de que NO ME PUEDO LEVANTAR. ¿Por qué se enojan de que no me despierte cuando suena la alarma? ¿Por qué? Y más aún con este pinche frío que atrofia al cuerpo.

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