sábado, 5 de diciembre de 2009

Despertamiento

Hay tres cosas que cualquiera con un escaso conocimiento de mí persona sabe a la perfección:

1.- Soy muy guapo
2.- Soy un cinéfilo incurable
3.- Soy un inepto para despertarme por la mañana

Estos tres axiomas son conocidos por un vasto número de personas a mi alrededor.
¿Por qué?
Pues porque el primero salta a la vista, el segundo es ineludible y el tercero, mi mamá y mi Faraona se han encargado de hacérselo saber a todas las personas con las que platican.

Mi mamá le decía a mí ahora esposa cuando éramos novios: Mira… es muy buen muchacho, no toma, no es parrandero, es muy buen hijo, ayuda en la casa y es muy ordenadito. Pero lo único por lo que no te debes casar con el jamás… es porque no se levanta en la mañana.
Continuaba mi mamá en tono de llorona de esas que contratan para los funerales: Suena y suena el despertador. Yo voy a su cuarto y le digo: ¡ya levántate! Y nunca me hace caso. Lo destapo, le quito la almohada, lo pellizco, le pico las costillas, lo pateo, le prendo la luz, le prendo la tele, le levanto los parpados, le bailo encima, le aplaudo en las orejas, le echo agua, le jalo el pelo, lo muevo, le grito, le pido por la buena, le pido por la mala, le dejo de pedir, le azoto la puerta, le aviento cosas, le hablo a los bomberos, le hablo a los paramédicos, lo vuelvo a pellizcar y solo me dice dormido: Ahorita me levanto.
En este punto de la plática mi mamá ya estaba pegando unos alaridos dignos de “Chachita” en Nosotros los Pobres.

Después de semejante advertencia de la Autora de mis días a la Dueña de mis Quincenas… sí ella tomó la decisión de casarse conmigo, uno solo puede deducir dos cosas:

1.- Se casó perdidamente enamorada
2.- Es una tarada

Y antes de que me manden a dormir al pedacito de jardín que tengo, bajo este frío que subyuga a La Ciudad de las Montañas; debo admitir que mi hipótesis personal es que fue la primera opción.

Sin embargo en los cinco años de feliz unión marital que llevamos, esa habilidad prácticamente nula en mí, de despertar a la hora que suena el reloj, ha sido casi motivo de divorcio en incontables ocasiones.

¿Pero que puedo hacer yo que tan solo soy un hombre de carne y hueso contra mi naturaleza?

¿Es que acaso el león puede dejar de cazar? ¿Es posible pedirle al agua que deje de mojar? ¿Se puede hacer que el sol deje de salir?
Todas estas cuestiones tienen la misma respuesta que la pregunta ¿Es posible que yo me levante cuando suena el reloj?
La respuesta a la última pregunta, así como para todas las anteriores es un contundente y rotundo no.

¿Entonces porque caraxos se enojan de que yo no lo pueda hacer?
Sí no soy yo, es mi Yo superior. ¡Chale!
¿¡Por qué confían en que me levantaré a la hora, sí ni siquiera yo que soy el afectado confío en mí!?

Cuando viajo y me quedo solo en algún hotel, tengo que ponerme trampas a mi mismo para poderme despertar a una determinada hora.

Normalmente hablo a la recepción y contesta alguna avispada empleada del hotel en el que me encuentre.
Sí señor; ¿en que le puedo servir? Gracias. Me gustaría programar el despertador para mañana en la mañana. ¡Con gusto señor! ¿A que hora quiere que le llamemos? Bueno… a decir verdad quiero programar dos. ¿Dos despertadores señor? Así es. Señor no se preocupe… nosotros siempre hacemos una llamada de confirmación para garantizar que usted esté de pie a la hora que tenga que estar. Si pero yo no soy una persona normal. ¡Claro que no señor! hace rato lo vi pasar por el lobby y noté que es usted celestialmente guapo. Bueno… gracias; pero no me refiero a eso. ¿Ah no? No, la verdad es que me cuesta mucho trabajo despertarme y por eso es que quiero programar dos llamadas. Pero señor… ¿está usted conciente de que eso serían cuatro llamadas? ¡Perfecto! Eso es exactamente lo que quiero. De acuerdo –contesta la avispada empleada del hotel- Señorita una cosa más. ¿Otras dos llamadas? No estaría mal, pero no. Más bien le quiero pedir que sí no contesto mande alguien a mi cuarto. ¿Señor? Sí… a alguien con una llave de esas que abren todos los cuartos y me despierte. ¿Es una broma señor? Desafortunadamente no. Muy bien… buenas noches señor. Buenas noches.

Lo que la avispada empleada del hotel desconoce es que además yo ya programé la televisión, mi celular (que tiene una alarma así como de tsunami) y el reloj que normalmente ponen en la mesa de noche.

Con todo y eso, alguna vez en Guadalajara me pasó, que desperté por los sonoros golpes a la puerta del conserje del hotel, así como sus berridos de Magdalena que me hicieron recordar a mi cabecita blanca y su calvario diario para despertarme.

Con todos estos hechos en mi expediente, además del popular conocimiento de que NO ME PUEDO LEVANTAR. ¿Por qué se enojan de que no me despierte cuando suena la alarma? ¿Por qué? Y más aún con este pinche frío que atrofia al cuerpo.

5 comentarios:

  1. Yo tengo una formula 100 % segura para despertarse en hora a la mañana, pero ... para que te voy a cortar el placer de seguir durmiendo JAJAJA
    Vi que en el facebook hinchas por Mexico y Uruguay ... Yeahhhhhhhhhhhh
    No se como, pero a Francia y a Sudáfrica los tenemos que dejar afuera cueste lo que cueste!
    Aparte el primer partido de Uruguay es con los franchutes, y ahí mismo me meto a la cancha a refregarles la bandera de Gardel Uruguayo, franceses ladrones!
    Un abrazo hermano!

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  2. Buena la tuya! Con tanta propaganda ¿Quien va a sospechar que en realidad no te levantás porque no querés? ja !!!

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  3. No me puedo creer lo que cuentas.Como decimos por aqui,debe de ser una "andaluzada".Pero es que pueden existir personas asi?
    A que horas trabajas hijo?Tendras turno de tarde, seguro.
    Pero me encanto como lo contastes.
    He leido otros de tus post y si me permites me quedo.Me gusta como cuentas las cosas.

    Un abrazo desde Andalucia en España

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  4. Ja! eso de levantarse como da gueba, igual también soy de los que programo celular, tv, despertador.

    Sobre todo la tv que la programao con volumen demasiado alto.

    Saludos

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  5. Yo tengo un mètodo infalible:
    Pongo varios despertadores no a la misma hora sino que difieren unos minutos
    Y a mí me funciona
    Un rampyabrazo.

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