No hay plazo que no se cumpla y así nos ha llegado el tiempo de emprender la graciosa huida a la ciudad del Golden Gate. Partimos mi amada esposita, mi mamá y yo. Antes de eso tuvimos el cumpleaños de mi consorte el cual disfrutamos mucho. Así que aquella agarrará ahora sus nuevos de paquete treinta y dos añotes, una maleta llena de cosas de escasa importancia misma que se niega a hacer y la emprenderemos así hasta California.
Allá nos encontraremos con el resto de la familia para asistir llenos de gozo y alegría a la boda de Pollito y su galanazo de Serbia.
Además del compromiso familiar tendremos cinco días adicionales para hacer lo que se nos venga en gana en esa hermosa y particular ciudad de Estados Unidos.
Ya la mamá de Pollito, o sea mi prima Mamá Gallina. Nos ha enviado mucha información dándonos importantes instrucciones del evento.
El don de mando de mi prima solo puede ser equiparable al de mi generala, Hitler, Napoleón o Idi Amin.
¿Cuándo llegan?, ¿adonde llegan?, ¿Cómo llegan?, ¿Por qué llegan? No lleguen ahí, lleguen acá. No se pongan eso, pónganse esto. Fájense la camisa, caminen derechitos y en filita, Mastiquen con la boca cerrada, no me hagan quedar mal con la delegación de Serbia. No vayan a enseñar el cobre con la familia del novio ¿Qué tal que se nos arrepiente?
¿Cómo se nos va a arrepentir si tu Pollito es un partidazo? Algo así como un Brasil – Italia en final de mundial. Además Pollito lo tiene enamoradísimo; al muchacho no le va a importar que el resto de la familia seamos unos nakos.
Mi prima a quien en honor a la verdad yo le tengo un profundo cariño me dice: El jueves hay un pic-nic frente al mar, el viernes hay un coctel, el sábado hay la boda (¡vaya!) y el domingo hay un “brunch” de despedida.
¿¡Todo eso?!... ¡pues ni que fuera visita de estado!, ¿a que hora piensas tu que vamos a turistear? – le digo a mamá Gallina. Pues el día de la boda tienen unas horas antes; el domingo el brunch acaba al medio día, después de eso ya pueden pasear. ¿¡Ahh ya me das permiso Chulis!? Si. Estás loca, con nosotros no cuentes para el pick-nick (así lo escribe mi papá) ni mucho menos para el brunch, porque para empezar yo ni siquiera se lo que es un brunch.
Un brunch consiste en una comida realizada por la mañana entre el desayuno y el almuerzo. Por su contenido se suele definir como una combinación entre desayuno (breakfast) y almuerzo (lunch) que se sirve por regla general en un periodo de tiempo que va desde las 11 a las 15 horas.
Bueno eso último no me lo dijo mi prima, me lo dijo Wikipedia.
Pues no cuentes con nosotros ni para el Pic ni para el Brunch. ¿Porque? – pregunta la prima en injerto de pantera- Pues porque tenemos cosas más importantes que hacer, ¿qué no ves que vamos a San Francisco? Sábete que yo no voy a San Francisco ni para el Pic, ni para el Brunch; cuenta con nuestra flamante presencia en el coctail y en la boda y ya. Dice Pollito que eres un pesado por no querer ir al brunch. Dile a pollito que el día después de su boda en lo que menos va a estar pensando es en sí yo voy a su brunch.
De lo que si estamos ansiosos es en conocer a las féminas que pueda presentar la delegación Serbia al memorable evento. Ya mi papá practica su Serbio, dice que para hablar con sus comadres. Pero lo que el no se da cuenta es que hasta el español se le está olvidando.
¿Y para que quieres ver a esas serbias? – Pregunta sentenciosa mi domadora- ¿Cómo para que mi amor… qué nunca haz oído hablar de la legendaria belleza de las mujeres de esa zona de Europa? ¿Y a ti que? Bueno pues no se. ¿Cómo que no sabes? Bueno tal vez podríamos hacer un trío. Solo que sea para cantar baboso- contesta bruscamente la dueña de mis quincenas.
Como preparativo a nuestra impostergable partida hemos enviado ya de avanzada un explorador para ir reconociendo terreno, encontrar un lugar seguro para acampar y establecer nuestra base de operaciones.
Este heroico explorador es mi papá, quien ya armado hasta los dientes con su boleto de avión, pasaporte, visa, diccionario español-serbio serbio-español y una maleta que pesaba como sí hubiera llevado su colección de piedras; lo fui a dejar al aeropuerto y muchas horas después pese a cualquier pronóstico llego sano y salvo a San Francisco.
He recibido ya el parte de guerra de nuestro primer elemento allá:
Llegue bien… STOP… todo conforme al plan… STOP… San Francisco Hermoso… STOP… Familia muy loca… STOP… Traigan refuerzos… STOP… Olvidé Ranitidina… STOP… Tráiganme más… STOP… Sí no… muero de agruras… STOP… Cuiden a Baco.
Este último es su felino compañero, quien tiene la particularidad de ser al mismo tiempo el mejor amigo y el más acérrimo enemigo de mi papá. Además de ser el Supremo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de su casa, que será celosamente custodiado por mi no menos combativa hermanita, misma que cual es su costumbre, no nos acompaña por razones crayolescas ya establecidas aquí con anterioridad.
Seguramente este periplo generará varias historias que contar a mi regreso. Mientras tanto este virginal blog permanecerá impoluto y dentro de poco más de dos semanas será actualizado de nuevo. Sí me llaman por favor que dejen el recado y yo me reporto, cuídense mucho, no le abran a nadie y en la noche pongan la tranca.
San Francisco… here we go!
De dichos, hechos y derechos desechos
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Siempre de los siempres siempres que me recetan un nuevo medicamento
investigo de que va para saber que le meto a mi cuerpo y tener presentes
las consecue...
Hace 3 días
No me gustaría que me tocaran un tipo de personas como ésas que describes en tu divertido relato.
ResponderEliminarUn rampyabrazo.