jueves, 28 de enero de 2010

La Cruzada del Logotipo

El otro día escuché una frase que me dio mucha risa: “No puedes esperar la inspiración. Debes ir tras ella garrote en mano".
¿Qué aprendiz de escritor, no se sentirá fuertemente ligado a esta importante reflexión?

Así que aquí estoy, sin inspiración para escribir, pero persiguiéndola garrote en mano.
La verdad es que esta semana no ha sido la mejor del año. Personalmente creo que esta semana mucha gente cercana a mí, se está volviendo loca. Me da mucha lástima ser (¿o sentirme?), el último cuerdo de estos lares.
No hablaré de eso. Solo esperaré a que las aguas tomen su cauce natural, para que todos pronto, encuentren la cordura que los últimos días les ha negado.

Está también el hecho, de que mi rodilla me ha salido peor que una adolescente en celo. Tiene días que nos llevamos muy bien y días en que yo quiero cortarla de mi cuerpo y mandarla a freír espárragos por ahí.
Lo preocupante del caso, es que su hermana ya empezó a rebelarse también. Se queja de las condiciones de trabajo y de que ahora ella carga con el peso de las dos, además de mis 100 kilates.

Por si eso fuera poco… ayer cuando me quité la camisa para ponerme la pijama, me entró un aire colado en la espalda y ahora ando torcido. Razón por la cual, giro mi tórax como Robocop y no puedo voltear bien.
No cabe duda que soy un anciano, a punto de cumplir mis treinta y dos años. Diez de abril se acerca, prepare su cuota.

Así que entre las loqueras del resto del mundo, combinadas con los quejidos de mi apesadumbrado cuerpo, francamente ya estoy “up to the mother”.

El único consuelo que encuentro en este sufrimiento, es el hecho de que mañana es viernes, empieza el fin de semana y por si fuera poco, el lunes no se trabaja por el Día de la Constitución.
¿Qué es la Constitución? –Pregunta alguien que no sabe-
Es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo. – Contesta Wikipedia.

Es bueno saberlo, porque a veces parece que este país se rige por otro libro. No estoy seguro si el Malleus Maleficarum o Los Miserables.

Bueno ya se me fueron las cabras al monte. No hablemos de eso tampoco.

Si acaso lo más productivo que hemos hecho además del trabajo, ha sido la cruzada por el logotipo que hemos iniciado la Generala y yo.
Esta heroica cruzada, trata sobre modificar el logotipo de La Hora de Mcrow; mismo que como ya narré en alguna ocasión, diseñé hace unos diez años y hasta hace poco vio la luz del día.
A mi Domadora no le gusta, a mi hermana tampoco… ¡ahora resulta que a nadie le gusta! Pobres… no saben reconocer el arte cuando lo ven. Les podría caer la Gioconda en la cabeza y no la reconocerían. ¿Que se le va a hacer?

Así nos pusimos a la tarea de diseñar el nuevo logotipo de este virginal blog. La verdad es que hicimos varias opciones muy interesantes, que fueron rápidamente acribilladas por mis amigos. Los pusimos a votar por el que más les gustara y así lo hicieron. Reportándose en los comicios solo dos abstenciones. Mi hermanita y el Güero. ¡¿Quien si no?!

Este par de imberbes aletargados, rebuznaron sonoramente que ninguna de las propuestas les gustaba. ¡Anda y que les den! Nos la pasamos todo el domingo haciendo logotipos para esto.

Ya hablando en serio, el Güero dio varios puntos de vista muy interesantes que en este momento, están siendo revisados y valorados por la comisión encargada de la construcción del nuevo logotipo, para su adecuación e incorporación inmediata.
Pero yo solo soy un hombre con pocos y casi nulos dotes artísticos para esto del diseño; así que estoy tentado a correr cual damisela en peligro, a pedir ayuda a mi cuate “El Ojitos de Regalo”, quien tiene el don del dibujo, para que por módicos veinticinco pesotes, me haga el nuevo logotipo de La Hora de Mcrow.

Lo malo es que “El Ojitos de Regalo”, tiene en este momento otras cosas más importantes que atender, como a su esposa y a su beba que ya viene en cualquier momento. Así que mi logotipo seguramente le vendrá valiendo aproximadamente, unos tres kilos de caca.

Sin embargo me dijo un pajarillo, que su convaleciente esposa, es asidua lectora de este blog; así que niña de las montañas… te pido formalmente que por favor pongas al inútil de tu marido “El Ojitos de Regalo”, a trabajar inmediatamente en la manufactura del logotipo de este virginal blog, mismo que deberá cambiar de imagen pronto, so pena de quedar en el olvido de sus escasos lectores.

Se que desde la dulce espera de tu aguerrida Victoria, intercederás por este pobre y desahuciado bloggero, que no sabe hacer un logotipo ni con los monitos del clip art. Quiera Dios.

miércoles, 20 de enero de 2010

Terror en el Super

Hoy desperté muy asustado antes de que sonara el inútil radio-reloj, por culpa de una pesadilla muy fea que me asustó mucho. Después me levanté y prendí las noticias; vi a los niños de Haití y lo mal que lo están pasando y me asusté más.
De eso no hablaré ahora porque me parte el corazón. Sirva decir que ya doné un poco para aquellos que como dijo mi columnista favorito: “Son pobres entre los pobres”.

El sueño que tanto me turbó y que hizo que me despertara sin ánimos de seguir durmiendo, ahora que lo pienso fue bastante bobo.

En este sueño me encontraba en el supermercado con mi tajante esposa, cuando de pronto me percataba que nos empezaba a seguir una mujer a la cual la vida (¿o mi subconsciente?) le había negado la belleza.
Me miraba con muy mala cara y cuando yo la miraba a ella; me hacía una mueca muy fea y levantaba las palmas de sus manos viendo hacia arriba como diciendo: ¡¿Que?!- en franco plan de bronca.

Lo que me asustó, es que cuando apartaba la vista y volteaba de nuevo a verla, la mujer se transfiguraba en una viejita con un vestido azul de esos de abuelita de los años ciencuenta. Su piel también azulada y una horrible lengua color azul marino como de perro chow chow.
En resumen… toda ella era azul.

Yo seguía caminando con la jefa en franca calma (?), mientras la viejita mataba a un niño que iba pasando. Yo me asustaba y le decía disimuladamente en un murmullo a mi compañera: Apúrate mi amor -a lo que ella respondía- Espérame, todavía tengo que llevar pan, tortillas y unos aguacates.

Yo solo pensaba en el sueño: ¡Me lleva la fregada! Nos va a tragar esa pinche vieja y a esta le importan más sus aguacates.

Volteaba de nuevo y era la otra mujer- la que era fea, pero no tan fea como la viejita chow chow- me le quedaba viendo y volteaba para echarme la bronca.
Le decía a mi esposita apretando los dientes: Ya vámonos mi amor. La interpelada me contestaba: ¡Espérate hombre, que todavía no acabamos!
Volteaba de nuevo y ahí estaba otra vez la viejita sacando la lengua azul, siguiéndonos y viendo que se comía a su paso.

Yo solo pensaba: ¡Carajo!... vamos a acabar antes si esta no se apura.

Por alguna extraña razón, a mi no me entraba ese espíritu heroico que tengo en mis sueños. En otro sueño hubiese tomado el primer pepino que encontrara en el departamento de frutas y verduras, me hubiese lanzado sobre la vieja “lenguazul” y se la hubiera cercenado de un tajo con la letal y onírica hortaliza.

Sin embargo allí estaba con mi cara de sope por un lado viendo a la viejita seguirnos, ora de vieja fea, ora de viejita “lenguazul”, mientras mi esposita escogía unas manzanas.

Desperté asustado y abracé a mi compañera de cama; alegrado porque fuera un sueño, pero con el insuficiente valor para bajar en medio de la penumbra a servirme mi cereal matutino. Bajé prendiendo todas las luces y haciendo ruido para espantar a cualquier malévolo zombie que se escondiera en la oscuridad presto a devorarme.
¡A mis treinta y casi dos años con estas babosadas!

A lo largo del día me dio risa el incidente pero me acordé que cuando tenía como catorce años, algunas veces me despertaba y veía entre las sombras de mi cuarto, a un señor de verde parado junto a mi cama usando un sombrero de bombín. No me daba miedo, pero pasó algunas veces. Espero que haya sido un sueño y no un militar que se perdió.
Ahora no puedo evitar preguntarme si el señor de verde y la viejita de la lengua azul estarán emparentados. Espero que no. No quiero volver a ver a esa señora en ningún sueño.
Monica Bellucci, si. Halle Berry, si. Charlize Theron, si.
La viejita de azul con la lengua perfectamente combinada… no.

Aprovecho el espacio de este virginal y desmañanado blog, para felicitar a la autora de mis días por su pasado cumpleaños.
Te deseo gorda que tengas muchos cumpleaños más. Te deseo que ilumines mi camino y el de todos los que te queremos por mucho tiempo. Te deseo que nunca se te ponga la lengua azul y persigas gente en el súper. Te quiero mucho y este texto (¿de terror?) es para ti en su totalidad.

A mi mamá le hicimos su comida de cumpleaños; además vino mi tía favorita y la pasamos muy bien. De eso ya no hablaré porque como dicen en la tele “el tiempo se nos ha venido encima”.

Además ya me voy a dormir y antes debo calentar un poco, porque si ahora vuelve a salir la viejita, me cae que si correré, aunque deje a la generala en el pasillo de los congelados.

sábado, 16 de enero de 2010

Luto Tortuguesco

En el año de mil novecientos noventa, mi familia y yo nos mudamos de regreso a la ciudad de Monterrey. Habíamos vivido seis años en Guadalajara y regresamos a esta ciudad de las montañas con la inevitable nostalgia de una mudanza.Llegamos iniciando el verano y las vacaciones sin amigos y listos para morirnos de aburrimiento hasta que empezara la escuela.
En aquel verano se estrenó la (hoy me doy cuenta) malísima película de “Las Tortugas Ninja”, misma que acudí a ver con mi papá a un cine que hoy ya ni existe.
En aquel entonces quedé fascinado por esos personajes; por lo que como buen niño/puberto, el siguiente paso lógico fue el de hacerme de cuatro tortugas como mascotas.Fui a una tienda de animales y compré a las tortuguitas que entonces eran chiquitas chiquitas.Mi papá que siempre ha tenido alma de niño, no tardó en subirse a ese carrito y compró pecera, arena, piedras, filtro y todas las cosas necesarias para alojar a los cuatro reptiles en la casa, con el infaltable grito en el cielo de mi mamá.
Así estuvieron las cuatro en la casa durante algunos años. Primero en su pecera que conforme fueron creciendo se volvió insuficiente y hubo que comprar una más grande.Nos mudamos de nuevo a otra casa en Monterrey y las tortugas nos acompañaron hasta ella. Luego me fui a vivir a otra ciudad, me casé y las tortugas fueron heredadas a mi papá que tanto las quería.
En este punto estoy empezando a ser sarcástico; la verdad es que mi papá ya no las quería nadita. Así que los tres años y medio que estuve fuera de Monterrey, cada vez que hablaba con el o regresaba de visita, venía el infaltable reclamo por las non-gratas tortugas.
¿Te vas a llevar a tus tortugas? No. ¿Por qué no? ¿Como me las voy a llevar en el carro ocho horas? se van a morir. Ya estará de Díos – decía mi simpático papá- ¿Cómo que ya estará de Díos… que te pasa? ¡Esas tortugas son una reliquia familiar! Sí… son una reliquia familiar que estoy a punto de ir a tirar en el primer charco que encuentre. ¡Pues no me las llevo! ¡Pues sí te las llevas! ¡Que no! ¡Las voy a regalar! No te atreves. Ya verás que sí.El tiempo me dio la razón y nunca las regaló. Mi papá es chacharero y nunca se deshace de nada. Es capaz de guardar una servilleta de un restaurante donde comió en mil novecientos sesenta y tres y no tirarla por nada del mundo. ¿Cómo se iba a desentender de los indefensos reptiles?
Desde luego cuando regresé a Monterrey, el primer reclamo fue: Ya regresaste… llévate a tus tortugas. La verdad es que yo hice que la virgen me hablaba, hasta un día en el cual noté que efectivamente sí las iba a ir a dejar a algún lado y entonces salte a defenderlas. Las eché en su alberquita, las subí a mi carro y las traje a la casa, ante la mirada cómplice de mi consorte; con la firme decisión de buscar un gran lugar para irlas a dejar y que vivieran felices para siempre, sin que ese lugar fuese necesariamente un charco cualquiera.
Olvidé mencionar que antes de que eso pasara, durante mi ausencia en Monterrey, una de las tortugas había fallecido por circunstancias todavía hoy en investigación, por lo que solo quedaban tres.
La verdad es que mi dulce esposa es un pan de Dios y tiene comprobada debilidad por los animales y nunca nos deshicimos de ellas. Eso si, no las agarra por que le da asquito; pero la verdad es que llegaron para quedarse.
Algunos meses después, una de ellas como diría Alberto Cortéz, “se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormida y ya no despertó”.Le dí cristiana sepultura en mi parque de enfrente y solo quedaron dos.
Ayer por la tarde, un año después de que su hermano diera el último respiro; Donatello, la más grande de todas y que en mis años en la universidad se volviera muy famosa por una fantástica fotografía que le tomé para una tarea; también entregó el equipo y se fue al cielo de las tortugas, que más que cielo me imagino es un estanque muy grande.
Donatello nos deja a unos meses de cumplir sus veinte años. Su hermano Leonardo, es el último de ese tortuguesco clan y hoy nada tranquilamente en las frías aguas de su alberquita; frías por el frío y más frías por su soledad.
A Leonardo no le importa. Las tortugas son seres solitarios y entienden perfectamente el ciclo de la vida; saben muy bien que uno nace, crece, a veces se reproduce y luego muere.
Yo que no soy más que un hombre, no puedo evitar sentirme triste por su partida; porqué hace sentir a mi infancia como un lejano recuerdo del que no quiero soltarme.Leonardo se queda conmigo porque se queda y adonde vayamos la Generala, Joey y yo, ahí irá Leonardo también. Por lo menos hasta que la vida decida quitarme ese último pedazo de mis años mozos.

domingo, 10 de enero de 2010

La Anormalidad de lo Normal

El siguiente espacio pretendo dedicarlo en su totalidad, a hacer saber mi humilde punto de vista al respecto de los comentarios del señor Estaban Arce, comunicador de México y titular del noticiero “Matutino Express”

Resulta que el señor Arce en acalorada discusión en su programa, al cual invitó a una sexóloga (de bastante buen ver por cierto. Como deberían ser todas las sexólogas), trató de hacer valer su punto de vista mediante métodos poco ortodoxos de debate y aprovechándose de ser el dueño de ese espacio, argumentó que la homosexualidad era algo anormal. Tema que por supuesto levantó ámpula en los sectores más o menos educados y librepensadores de este país.

No es la intensión de este texto ahondar en el tema de la homosexualidad y continuar con el debate de si se trata de algo normal o no. Yo como heterosexual, no me siento calificado para establecer algo de esas dimensiones. Sí es la intensión de este texto, cuestionar al mencionado comunicador en su estilo y técnica sobre la manera de abordar este y otros asuntos desde el punto de vista de un fanático.

El señor Esteban Arce en su infinita sabiduría, cita ejemplos como la recién inventada (por el mismo) “Demencia Animal”, en la que él, después de una rigurosa investigación en el Discovery Channel, junto con otros científicos importantes (e imaginarios), de cuyo nombre no puedo acordarme, han llegado a la conclusión de que efectivamente existe este temible mal en todos los animales que pueblan la tierra y es lo que los hace que ocasionalmente tengan relaciones con parejas del mismo género.
Seguramente Esteban tiene una mayor preparación en este campo que la de su invitada Elsy Reyes –la guapa sexóloga-.

El argumenta también en el monólogo que regaló a su audiencia (digo esto porque no dejó hablar a nadie), que todo es debido a que existe mucha droga y mucha depravación (¿?).

Por ahora dejemos de lado este penoso incidente y me regresaré un poco en el tiempo, donde como asiduo seguidor de este noticiero, me he dado cuenta en varias ocasiones que a esta persona de plano ya se le “enclochó” la reversa.

Esta persona se ha declarado formalmente en contra a lo largo de su programa, de temas escabrosos como el aborto, las corrientes alternativas, el ateísmo y hasta de Harry Potter y el Código DaVinci.
Al margen de lo que cualquiera pueda pensar de esto -incluido el comunicador porque pues el está en su derecho de creer lo que se le antoje- A mi lo que me parece que no es normal, es la manera en la que una persona que es titular de un noticiero, aborda estos temas.
Habla y se expresa de ellos con una más que evidente ira y sentimiento de rechazo que es tajante, incluso reduciendo a sus compañeros de programa, a pequeños monitos de acción que solo observan lo que dice con cara de pocos amigos. En más de una ocasión han tenido que agitar sus fatigados brazos frente a la cámara para detener a Estebancito en sus sermones a la nación.
Recuerdo una ocasión donde uno de sus compañeros le dijo –de manera muy prudente- que el no se sentía con la capacidad moral de decirle a la gente lo que debía hacer respecto a algo. A lo que el mencionado contestó: ¡Pues yo si!

Otra cosa que no me parece nada normal, es que una persona salida de un programa como el Calabozo -que será lo que ustedes quieran, pero fue un programa que marcó un antes y un después de la televisión en México por su incontrolable irreverencia- hoy se sienta con la patria potestad de esta golpeada nación y venga a promover las mismas cosas que el Cardenal Norberto, mismo que ya tengo sentado en el redondel del ombligo (así dice mi mamá).

No es normal que para esta persona, Harry Potter sea el mismísimo demonio encarnado y sea el culpable de dar un mal ejemplo a la juventud. ¿Cuál mal ejemplo hombre? Si le tomó casi dos libros darle un “llegue” a la niña que le gustaba.
A mí me parece que Harry Potter es un gran ejemplo del celibato en los jóvenes.

No es normal, que en su programa casi calle a la chica de los espectáculos mientras hace la reseña de la película “Ángeles y Demonios”, porque según el, solo está llena de mentiras que desacreditan a la Iglesia Católica. No me quiero imaginar cuando esta mujer tenga que hacer la reseña de alguna película así como “Bailando con el Diablo 2”

No me parece normal tampoco, que Esteban vea con enojo a un celebrado escritor, el cual sugiere: “Díos no existe, deje de preocuparse” y lo catalogue como una amenaza para el sistema de valores.
A mi me van a perdonar, pero creo que en este país ha hecho más daño lo que la gente se hace así misma por la religión, que lo que pueda dañar este inofensivo postulado.
Sí no me creen, dense una vuelta por la basílica de la ciudad de México.

Mucho menos fue normal la manera de abordar el problema con la invitada a la que le preguntaba algo y él mismo se contestaba.
Eso Esteban… es lo que no es normal en un comunicador.

Un comunicador tiene la obligación de permitir que cualquier persona exponga su punto de vista en un programa de televisión sea cual sea. Cuestionar, sí. Buscar la verdad, también. Pero siempre dentro de un marco de respeto y sin interrumpirlos y menos aun, sin inventar términos estúpidos como la “Demencia Animal” o investigaciones y datos que nunca vieron la luz mas que en tu mente.
Eso, debería ser lo normal en un comunicador.

Yo, debo confesar que seguía este programa; aunque poco a poco me he ido dando cuenta que el señor Estaban Arce se ha convertido en varias cosas “anormales”, pero esta fue la gota que derramó el vaso. Ya no veré este programa por las mañanas y buscaré programación más “anormal” que es la que a mi me gusta.

"Ai" les dejo los videos de este penoso incidente. Yo, como dijo el ginecólogo: Parto.

Video de Esteban Arce
Tibias disculpas de Esteban Arce

lunes, 4 de enero de 2010

Lástima que termino...

Alguien dijo alguna vez, que las vacaciones son como los viejos amores:
“Los esperamos con ansia, los vivimos con contrariedades y los recordamos con nostalgia” En mi caso estoy a punto de que esa cita se haga realidad.

Hoy es el último día de mis ansiadas vacaciones; a partir de mañana dejaré de usar mi uniforme oficial de los últimos quince días, el cual consta de unos pantalones de franela a cuadros y una sudadera roja, mismo que para serles franco, ya amerita una buena lavada. Mañana volveré a la ropa habitual del día a día, para acudir a mi trabajo en esa importante y conocidísima empresa que tiene el invaluable honor de contarme entre las filas de sus empleados más leales.

La verdad es que no se que haré mañana que llegue allá. He olvidado todo lo que con mucho tiempo y esfuerzo aprendí en los últimos diez años. Para mi estos últimos quince días han sido como si me hubiese metido en una de esas cámaras criogénicas a dormir varios años.

La vida en esta mansión que habitamos sus tres inquilinos predilectos ha sido: Televisión, computadora, leer (libros o blogs), bañarse (a veces) y dormir. Eso sin dejar de comer en todo el día cualquier cantidad de porquerías de dudosa reputación para la salud.

No te preocupes querido lector, mañana además del trabajo retomaré ese estilo de vida saludable con el que cerré el 2009; para seguir manteniendo a Estíbaliz y a mi peso a raya.

Lo que más me duele de volver a trabajar el día de mañana, además de privarme de la gloriosa compañía de mi amada esposita 24x7, es que ya no tendré el mismo tiempo para escribir. Ya que por si nadie lo notó, hasta ahora he escrito dos y hasta tres veces por semana.
Me presento ahora como mensajero del desastre para informarles también, que eso termina hoy. Seguramente volveré (no sin ninguna dificultad) a escribir solo una vez por semana.
Para esto deberé volver a esconderme del “mundo mundial”, en el Starbucks más cercano y darme el tiempo de poder tejer estas aportaciones a la humanidad, que seguramente son, en algún lugar, la envidia de Cervantes.

Por ahora sigo escribiendo con la imagen de mi morena de fuego de fondo, en la nueva oficina de esta humilde morada. Compartiendo los dos un escritorio, ella viendo “pa’ca” y yo viendo “pa’lla”, mientras el Joey yace como muerto en su camita a un lado de nosotros. ¡Es increíble lo que duerme ese perro!

No te desanimes querido lector, nos seguiremos leyendo en Twitter y en Facebook y como siempre agradeceré tus comentarios en mis textos que son para mi, como las hojas de eucalipto a un Koala.

Mañana, como lo dije en mi Carta al 2010, empezaré oficialmente el año laboral, con mucho ímpetu y sin miedo. Eso es lo más adecuado, porque también lo empezaré solo.
Mi Padawan, la Señorita Cometa, me abandona por los próximos meses, para ir a cumplir una peligrosa misión en los confines del México prehispánico y yo, como mentor amoroso y protector, debo dejarla volar y rápidamente ponerme a la tarea de ver quien llenará sus enormes zapatos este tiempo. Que el señor esté con ella.

Me ha gustado mucho el tiempo de calidad que he podido dedicar a este virginal blog en estas vacaciones. Algún lector me dice que ya debería de dejar de llamarle virginal, pero creo que hasta que no tenga un mínimo de cien seguidores, este blog seguirá siendo señorita, ya que hasta ahora solo hemos llegado a segunda base. O para decirlo de otra manera: A mi blog solamente se lo han fajado, pera no ha conocido el orgasmo.
Y como el orgasmo igual que la tierra, es de quien los trabaja, ahí les encargo que promocionen este espacio para que pronto podamos hacer la fiesta de graduación en la que La Hora de Mcrow, conocerá los placeres de la carne y se entregará a una vida de lujuria y desenfreno.

Yo por lo pronto regreso a disfrutar mis últimas horas de vacaciones en compañía de este par con quien comparto el espacio, la vida, el pan y la sal mandándoles un gélido y húmedo abrazo desde la Ciudad de las Montañas.

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