Voy a tratar de terminar esta entrada, antes de que mi amada consorte termine de arreglarse.
Eso no tiene ningún mérito, ya que en ese tiempo sería posible que estudiara una maestría y hasta me doctorara en algún tema así como: Estudios avanzados Teóricos de la Psique Femenina durante el Porfiriato.
Sin embargo, puedo decirte amado lector, que es justo la manera en la que puedo definir mi caótica semana. Tengo (a Díos gracias…) tanto trabajo estos días, como una bailarina exótica en quincena.
No veo necesidad de aclarar, que a lo que yo me dedico, no es precisamente a eso de los bailes exóticos, donde seguramente tendría poco éxito y pasaría sin pena ni gloria, pero eso sí, con muchas risas.
La Generala ahora ha vuelto a trabajar a marchas forzadas, un tema por demás triste para mí; ya que su trabajo se encarga de privarme de su anhelada presencia los fines de semana, que es cuando más necesito de sus besos y caricias. Cuando por fin la tengo conmigo, está la pobre mujer, como chicle pisado y no quiere saber de nada ni de nadie.
Ni modo… buscaré una novia para los fines de semana. Preferentemente imaginaria, para evitar todo el lío moral y legal.
Estoy pensando en primera instancia en Mónica Bellucci. Siempre ha sido la reina de mis fantasías. Me imaginaré en estos solitarios fines de semana, caminando juntos, ella viendo hacia el piso, como casi siempre camina y yo, viéndola con cara de baboso, admirando su etérea belleza.
Andaremos por las calles de París, ciudad que es la princesa de mis fantasías, porque es ahí donde vive la exuberante Mónica, en compañía del imbécil de su marido que por cierto, es más feo que un carro por abajo.
París para mí, ya dejó de ser una fantasía. He tenido la oportunidad de caminar sus calles y comer en sus bistró. Es la ciudad más bonita del mundo y fin de la discusión.
¿Por qué nunca he escrito una entrada de la Ciudad Luz? No lo sé. Habrá que hacerlo alguna vez.
Basta ya de quejas por mi soltería. Ahora les voy a contar de la llamada extorsiva que recibimos esta semana en nuestra casa.
Resulta que el martes se encontraba en esta mansión, nuestra Vicepresidenta de Servicio Doméstico, Lavandería, Similares y Conexos, llevando a cabo las labores propias de su puesto; cuando de pronto, recibió una agresiva llamada, donde le exigían que depositara cierta cantidad a un número de teléfono y que de no hacerlo vendrían hasta aquí a “madrearla” [sic]
La “Despeinada” se asustó horrores, así que les dijo a los criminales, que ella no vivía aquí, que ella solo hacía la limpieza, que no sabía nada y que por favor no la mataran, porque ella aún no encontraba el verdadero amor.
Los criminales, hábiles por instinto, le dijeron que entonces buscara alguna cosa de valor en este hogar y lo sacara a la calle para que ellos pasaran a recogerlo.
¿Qué les parece? Ahora los robos son a domicilio y antes de treinta minutos como las pizzas.
Además, si tan solo supieran que lo único que tengo de valor aquí, es el sacacorchos que me regaló mi mamá, no se afanarían tanto.
Afortunadamente, a la Despeinada se le prendió el foco y les colgó. Llamó de inmediato a su patrona (y la mía…), para darle el reporte entre lágrimas y una crisis nerviosa, que imagino provocó que se le erizara aún más su indomable cabellera.
La Generala convocó “ipso facto” a todo su estado mayor y pa’ pronto arribó aquí la guardia municipal.
Después de algunos momentos, la despeinada se calmó (pero nunca se peinó) y tomamos la decisión, de levantar la denuncia con nuestras autoridades; que es algo tan inútil como comer sopa con tenedor.
Así operan esas bandas señora- le dijo el procurador a mí “oder haf”- buscan en las páginas blancas, marcan al azar un teléfono y si se asusta el que contesta, buscan la dirección y van, o esperan que les depositen saldo en sus teléfonos. A veces hasta operan desde la cárcel.
¡Ay Díos mío… que país!
Al teléfono que dejaron, yo ya les marqué; me contestaron y les dije: ¡Ya les deposité… por favor no me hagan nada! Muy bien ¿A dónde depositó? ¡A este número! Más te valía. ¿Quiere saber cuanto les deposité señor extorsionador?, ¿Cuánto?, Les deposité aproximadamente tres mil kilos de caca hijos de su reputísima madre… ahí los dejo para que se la coman.
Este último párrafo no ocurrió, sólo en mi imaginación. No me dejaron hacerlo pero, supongo que si puedo fantasear de caminar por las calles de París con Mónica Bellucci, también puedo fantasear con insultar a un criminal.
Por lo pronto, la próxima semana estaré caminando por las calles de Mérida, con mi Malinche. Voy y vengo. Ahí les encargo el changarro y ya saben: Si tocan no le abran a nadie, en la noche ponen la tranca y ahora si suena el teléfono, no contesten.
De dichos, hechos y derechos desechos
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Siempre de los siempres siempres que me recetan un nuevo medicamento
investigo de que va para saber que le meto a mi cuerpo y tener presentes
las consecue...
Hace 3 días
Hola, Mcrow, como siempre un placer leerte. Espero que lo de la extorsión, quedara en nada, y que pase poco tiempo para que los fines de semana, puedas volver a disfrutar de tu mujer.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y feliz ´dia.
Hola Mcrow!! No serás el único que recurra a la imaginación. Tu texto lleno de humor me recordó mi país. Debe haber cursos y doctorado de "Inventar engaños para robar." Me alegro que todo se haya arreglado.
ResponderEliminarBesossssssssss
Mcrow Mcrow !!!
ResponderEliminarojo con eso de los engaños sentimentales con el pensamiento porque son los que se termian pagando más caros (y se disfrutan menos) !!!
y la próxima si te vuelven a llamar diles que les tienes algo para dar y los esperamos con toda la caballería oriental agazapada ...
Un abrazo!
Ay el relato hasta contado con humor da miedo es que ya voy a adiestrar a mi vicepresidenta de limpieza uff …y a mis jefes que son mis hijos …lo de Mónica esta muy divertido sobre todo la descripción de su adorado marido jajaja…Mérida vas a estar cerca de mi humilde ahora hogar …besos y saludos a tu consorte y para ti ¡
ResponderEliminarYa he recibido dos llamadas diciéndome que tenían secuestrada a mi hija, pero cuelgo de inmediato y la localizo para saber que está bien. Me asustan pero me sobrepongo no dejo que me intimiden.
ResponderEliminarSon unos perros, bueno no, los perros si tienen sentimientos.
Pásatela bien en Mérida.
Muchos saludos.
Una vez recibí la clásica llamada de que me gane una camioneta y, 150 mil pesos, les regrese el mensaje de texto diciendo: "muchas gracias,pero no se manejar y el dinero me gustaría donarlo a la fundación caritas"
ResponderEliminarJamás me volvieron a mandar mensajes.
Saludos
Buenísimo todo lo que publicas, esta bueno mostrar la realida con una dosis de humor como lo haces vos.
ResponderEliminarEn mi blog tengo un pequeñoo obsequio para tí, espero que lo aceptes y lo pases a buscar a http://mismusaslocas.blogspot.com
Un gusto leerte
Me parece que sera mejor que te afanes a la generala, la Belucci va a ser dificil.
ResponderEliminarEs una manera toda original de robo. Menos mal que la despeinada no cogio algo y se lo llevo. Eso merece un buen regalo (parece ser que un peine no seria adecuado).
Una pregunta, a estas horas ¿la generala ya se arregló?
Aún no Jorge.
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios.
Un abrazo