Esta semana ha sido un mosaico de colores.
Lo único que puedo decir es que el trabajo en esa importante compañía, que tiene el inigualable privilegio de tenerme entre su talento más codiciado, ha sido arduo y ha sido mucho.
Necesito urgentemente a un aprendiz, que venga a sustituir a la señorita Cometa; ella, se fue así sin más de mi vida y yo aún le lloro, como quien lo hace por un hijo que deja el nido. ¡Ay de mí!
Sin embargo, el fin de semana pasado, los Mexicas nos aventamos uno de nuestros famosos puentes por el día festivo del lunes, lo cual ha hecho esta semana más corta y llevadera. Dicho festejo nos permitió el fin de semana, encontrar un espacio en la apretada agenda de mi hermana, el Pelón y los Conejos; con quienes uno debe de hacer cita con tres meses de anticipación y mandar un oficio original y copia; para dedicárnoslo en una agradable ida al cine y ver la multipremiada “Avatar”.
Mi santa madre, fue la encargada de custodiar celosamente la integridad física y moral de la Conejita (quien es ya toda una señorita), para permitir a la tropa, avanzar sobre la sala de cine más cercana y sumergirnos en el mágico mundo de Pandora, en tercera dimensión.
Como parte de esta semana multicolor, tuve un viaje relámpago de trabajo, a la Gran Tenochtitlan, donde estuve desde el martes hasta el miércoles.
Sin entrar en detalles de mí ya tradicional y atropellado viaje a esta complicada urbe, habitada por más de veinte millones de masiosares, solo comentaré que tuve la dicha de ir a cenar al restaurante Villamaría, que es uno de mis favoritos de todos los lugares del mundo, en el que este quien les escribe, ha tenido el privilegio de comer.
Primero degusté una deliciosa sopa de flor de calabaza, que me transportó de inmediato a un paraje hermoso y verde, en el que caminé de la mano con Xochipilli y nos perseguimos el uno al otro, en un jugueteo cósmico-orgásmico-musical.
Después en un entre tiempo, comí una deliciosa (y grande) quesadilla de hongos, que me catapultó hasta Aztlán, donde luché grandes batallas codo a codo con Huitzilopochtli, enfundado en mi traje de guerrero jaguar.
Todo para cerrar con una pechuga de pollo rellena de cuitlacoche y queso, que me hizo hablar de manera fluida el náhuatl y sostener grandes cavilaciones místicas con Quetzalcoatl, acerca del destino de los hijos del quinto sol.
Después de este magnánimo festín, digno del señor que soy, regresé de nueva cuenta a esta tierra montañosa, donde tengo mi morada, al lado de mi Malinche personal y su Cancerbero tamaño miniatura.
Después para volver a mi sufrimiento, la innombrable compañía de Telcel, cortó sin “agua va”, mi servicio de teléfono celular; sin el cual yo no soy más que un hombre como cualquiera.
Rápidamente, tomé el teléfono y llame al servicio de atención a clientes, que es algo así como el Seguro Social, para reclamar por el corte de mi servicio, a pesar de mi puntual pago.
Me contestó un amable masiosare, con el que tuve la siguiente conversación:
Quiero saber porqué me han cortado mi servicio de teléfono, si yo ya les pagué este mes como todos los meses que he estado con ustedes. Correcto señor… ¿me da sus datos por favor? - Se los doy- Un momento por favor- Música de fondo que casi me hace devolver el cuitlacoche- Ya estoy de regreso señor, lo que pasa es que usted no pagó la totalidad de su servicio. ¿Cómo que no pagué la totalidad de mi servicio cerdo imperialista esclavo de una gran corporación? –Eso no se lo dije, pero sí lo pensé- Si señor… usted pagó “X” cantidad por su servicio. Pagué la cantidad que ustedes me dijeron, cuando les tuve que llamar para preguntar cuanto les debía, porque ni siquiera tuvieron la delicadeza de mandarme mi recibo. Sí señor… tenemos registrada su llamada, pero usted pagó la cantidad mencionada faltándole treinta y seis centavos del total. ¿Estás jugando verdad? No señor… si usted no paga la cantidad total, nuestro sistema automáticamente tiene la instrucción de cortar su servicio. ¿Y entonces que tengo que hacer ahora? Bueno señor… pues debe hacer el pago de los treinta y seis centavos de adeudo. Mira hijo, tengo una idea, ¿Qué te parece si tu me cargas la fabulosa cantidad de treinta y seis centavos, a mi estado de cuenta del próximo mes, yo te lo pago todo junto, me reactivas mi servicio ahora y tan amigos como siempre? No se puede señor. ¿Cómo que no se puede? Es imposible señor. Mira yo me doy cuenta por tu voz que además de guapo, eres sumamente inteligente… ¿Por qué no haces lo posible por ayudarme y seguro te las arreglarás? Haré lo que pueda señor ¿me espera en la línea? Te espero aquí sentadito- música vomitiva- Señor… tengo el placer de anunciarle que después de profundas tribulaciones, he conseguido reactivarle su línea. ¡Eres tremendo muchacho! ¿Algo más en lo que le pueda ayudar? Ya me has ayudado bastante; prometo solemnemente, pagar los treinta y seis centavos pendientes el próximo mes sin falta; si así no lo hiciere, que Telcel me lo demande. – Se rió el tipo de mi cierre presidencial y colgamos.
Gracias a esta intervención divina de Quetzalcoatl… ya tengo servicio de teléfono otra vez. Si tienen mi número… llámenme. Si no… con que comenten en esta entrada, me doy por bien servido.
De dichos, hechos y derechos desechos
-
Siempre de los siempres siempres que me recetan un nuevo medicamento
investigo de que va para saber que le meto a mi cuerpo y tener presentes
las consecue...
Hace 3 días
La comida produce envidia.
ResponderEliminarEspero que seas un chico bueno y no sigas acumulando deudas, esta mal visto. Piensa que la compañia podria quebrar ante la falta de pago de cantidades tan importantes.
Por cierto, en España te cobran en el banco, no pagas tu...vienen ellos a buscar el dinerito.
Hola Mcrow!! Qué lástima que te arruinaron la cena, que parecía exquisita. Menos mal que convenciste al muchacho, aquí no habría forma, estarías sin teléfono hasta que alguna cpomputadora se le ocurra que ya pagaste. Como siempre me gustó pasar por tu blog porque me tus post me hacen reir y eso es muy bueno.
ResponderEliminarBesosssssss
Jajajajajajaja
ResponderEliminarNi modo, deudas son deudas y hay q liquidarlas...
Saludos!
Ya sabes me rio a carcajadas al leerte ...que me entere de tu viaje pues lo anunciaste con bombo y platillo por facebook por cierto yo también hare mis giras por la ruta Maya tu hermoso país ahora mío este fin de semana .. Mira que tribulación te trajeron los benditos treinta y seis centavos del total de tu cuenta adeudada….usare esa estrategia de ahora en adelante cuando quiera conseguir me escuchen” Mira yo me doy cuenta por tu voz que además de guapo, eres sumamente inteligente… ¿Por qué no haces lo posible por ayudarme y seguro te las arreglarás?” jajajaja genial…besos y bendiciones para ti y tu familia
ResponderEliminarXochipitzahuác agradece haber pasado a su blog y viene a agradecerte la visita.
ResponderEliminarMe hiciste sonreir, buen blog.
Saludos.
Hola, Mcrow, no creía que se lo tomaran tan seriamente y te cortaran el teléfono por una deuda tan "ridícula".
ResponderEliminarComo siempre, me encantó leerte.
Un abrazo y feliz y plácido domingo.
Rampy
jjajajajajajaja
ResponderEliminarYo arreglé todos mis grandes problemas con los celulares el 31 de Diciembre, lo perdí en un Taxi y no volví a comprarme otro, por más que un ejército fabuloso de personas de todo tipo no lo pueden aceptar ...
¡¡¡¡¡¡ SOY LIBRE DE NUEVO !!!!!!
y el que quiera comunicarse conmigo ...
que se dé idea ¿no? si es muy muy importante seguro algo se le ocurre
Buenísima entrada la tuya,
Chau hermano
Hasta la próxima
Abrazo!
Estupendo Post XD compadre.
ResponderEliminarAhora esperemos que de los 36 centavos no te cobren los intereses XD
Saludos un abrazo amigo
Ahora ya tengo hambre y antojo de todas esas cosas... 36 centavos! ja! qué groseria!... qué bueno que ya lo resolviste.
ResponderEliminarSaludos
he venido simplemente a saludarte amigo..feliz fin de semana...
ResponderEliminarbueno fijate que por estos lados si debes un mes te ponen multa o mora por atraso y si debes dos te lo cortan asi de simple y para volver a restablecer el servicio debes pagar todo de vuelta jajajaja en todos lados se cuecen habas saludos compadre
ResponderEliminarHola Mcrow:
ResponderEliminarAh... Las Compañías de Telefonía Celular no saben distinguir entre simples mortales y Dioses.
Muy bueno tu post, escribes con personalidad.
Igual, e ellos no les importa.
Saludos.